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El uso de insecticidas para plantas está creciendo exponencialmente, ya que ofrece enormes beneficios para el bienestar de diferentes cultivos y plantas. Estos compuestos se utilizan para controlar y/o acabar con todo tipo de insectos. Entre ellos, las hormigas, moscas, avispas, pulgas, termitas, caracoles, orugas, entre muchos otros.
Buena parte de estos bichos no solo pueden arruinar cultivos enteros, sino ser portadoras de infecciones o enfermedades. Además, estas plagas, en ocasiones, pueden complicar la salud de las personas.
Sin duda, es fundamental dar con productos que permitan un óptimo cuidado de las plantas. Es por eso que te contaremos las ventajas que te puede proporcionar un buen insecticida.
¿Pero qué es un insecticida?
Un insecticida para plantas es un compuesto que se usa para controlar y/o exterminar insectos que pueden comprometer un cultivo o una determinada planta.
Podríamos clasificar los compuestos que forman estos productos en orgánicos e inorgánicos. Los primeros son aquellos 100% naturales y, entre los más usados, destacan el malatión, el piretro o los carbamatos.
En el segundo grupo, podemos encontrar algunos que traen muy buenos resultados para los cultivos. Entre ellos se encuentran: El sílice y el ácido bórico.
Por tratarse de compuestos económicos, eficaces y ecológicos, desde nuestra perspectiva la mejor opción son los orgánicos. Además, que un insecticida para plantas sea orgánico o ecológico no quiere decir que sea menos eficaz. La principal diferencia es que se trata de un producto respetuoso con el medioambiente.
5 beneficios de usar insecticidas para plantas
Utilizar un insecticida para plantas tiene una serie de beneficios frente a otros métodos. Te los detallamos a continuación.
Evitan la proliferación de insectos
El principal beneficio de los insecticidas para plantas es que son altamente efectivos para interrumpir el crecimiento y desarrollo de todo tipo de insectos. De hecho, algunos de ellos cuentan con una triple acción, controlando la aparición de insectos, ácaros y hongos, y eliminándolos por completo.
Insectos: Con su acción insecticida, estos productos pueden eliminar cualquier tipo de insecto que pueda atacar a las plantas. Entre los más comunes podemos encontrar los pulgones, orugas, plusia…
Ácaros: Muchos de los insecticidas para plantas cuentan también con acción acaricida. Los ácaros son microorganismos milimétricos, que viven en el polvo, por ejemplo, como el ácaro rojo o arañuela.
Hongos: Además de la función acaricida, los insecticidas para plantas también pueden ser fungicidas. Los hongos pertenecen a la familia de los Fungi. Estos son un grupo de organismos eucariotas, entre los que podemos encontrar los mohos, los organismos productores de setas y las levaduras. En las plantas son muy comunes los hongos oídio y roya.
Son económicos
Al contrario de lo que muchos creen, los insecticidas para plantas no son demasiado costosos. Mucho menos si tenemos en cuenta los problemas posteriores que nos ahorrarán tras aplicarlos y eliminar las plagas que están afectando a las plantas.
Muchos son ecológicos
Si optas por insecticidas orgánicos, estarás utilizando un producto que no traerá consecuencias para el medio ambiente. Además, estos compuestos ayudan a que los cultivos crezcan de manera saludable y sin ningún tipo de aditivo o componente tóxico.
No son agresivos con las plantas
La gran mayoría de los insecticidas para plantas no traen efectos secundarios, especialmente si son orgánicos. En el caso de los compuestos químicos, hay que prestar atención a los ingredientes para que no afecten a la cosecha o a la planta en cuestión.
Algunos cuentan también con acción curativa
Cuando hablamos de acción curativa, nos referimos a que muchos insecticidas para plantas no solo acaban con la plaga, sino que también tienen un efecto curativo. Esto quiere decir que, los daños causados por los insectos en las plantas, pueden ser subsanados con la utilización de los insecticidas que cuentan con esta acción curativa.
Precauciones a tener en cuenta
El uso de insecticidas puede resultar nocivo para la salud y es por eso que es preciso tomar ciertos recaudos para no tener inconvenientes. Eso sí, debes tener en cuenta que esto ocurre únicamente con aquellos insecticidas que no son orgánicos.
Lo más importante a saber es que estar expuesto mucho tiempo al olor de un insecticida, puede producir dolores de cabeza, vómitos, dolor en los ojos y alergias. Es por eso que se recomienda no abusar de la utilización de este tipo de productos cuando no son orgánicos.
En lo que respecta a su aplicación, se recomienda utilizar los insecticidas para plantas cada 15 o 20 días, empleando un pulverizador u otro recipiente similar. No obstante, te aconsejamos leer las instrucciones de uso que te indica el fabricante, antes de rociarlo sobre tus plantas.